Mi querida India: aqui estamos!

Mi querida "Madre India", (Bharat Mata), como te puso Gandhi. Aquí estoy denuevo. Esta vez te he traido a mis hijos para que te conozcan y te muestres toda. Así tal como eres, de profunda y descarnada, de bella y terrible, de oscura y perfumada.
Hecha de materia y espiritu, integras y desintegras todo. Me he atrevido a traerlos porque ya han crecido y porque como eres “madre”, sabrás acogerlos, contenerlos y hacerlos tocar y descubrir lo que ha venido a vivir cada uno.
Hace algunos días (ya casi 1 semana) que llegamos y no ha sido fácil: Al principio tension y culpa que las cosas no salieran perfectas... luego he sentido que tiene que ser así, lo que pase y tenga que ocurrir... a eso vinimos.
Despues de un largo viaje , en New York tomamos un estupendo JetAirways.

Llegamos a Delhi a media noche. Por suerte tenemos hotel reservado x internet, no como otra vez, que tuvimos que recorrer toda la ciudad en la noche buscando hoteles... Pero bueno...esta vez tampoco será tan maravilloso. Primer impacto: despues de entrar en la ciudad recorriendo grandes avenidas con arboles que protegen la miseria, de pronto doblamos una esquina y ahi estamos, el hotel famoso esta al lado de la estacion, en medio del horror.

Esas calles indias donde siempre hay mucha vida en las noches, muchos hombres conversan al lado de algun fuego, aun hay rickshaws esperando por algun cliente resagadao que quiera volver a casa, un puesto de telefono abierto (los STD que ha puesto el gobierno hasta en el ultimo pueblo del pais) , los carromatos con comida o incluso algun peluquero aun atendiendo despues que paso a comer su ultimo chapati.

Son calles donde todo esta entre destruido, construyendose o con escombros, la basura acumulada, algun mendigo durmiendo envuelto en una frazada en algun rincon, humo, ruido, olores...nunca se sabe mucho qué es cada cosa, pero impacta igual, aunque uno lo haya visto mil veces...más aun es para quien lo ve por primera vez. El taxi busca el hotel hasta que entramos por una callejas que, llenas de luces como de hollywood, anuncian hoteles grandiosos, lujosos e internacionales, ...Ah, pero el nuestro sin duda será el mejor Mohan Intenational Palace, si no no habria salido en internet. Entramos a un lobby lleno de dorados y espejos que lo hacen brillar aun mas, y....craso error!
Despues de registarnos en unos cuadernos enormes como esos antiguos cuadernos de las oficinas publicas o de correos, subimos y oh sorpresa! nuestra pieza triple no existe. Es un espacio estrecho con dos camas que apenas caben pero somos 3. “No problem”, nos dicen...el mayor signo de que ya estamos en India. Nos traerán un colchon para tirar en el suelo y listo. Esa era su concepcion de la pieza triple. Quizas en un apuro podría ser , pero no despues de 36 hrs de vuelos, esperas en aereopuertos, comidas desordenadas y horas en que ya no sabes ni en que dia estás.
Asi fue nuestro primer contacto con este pais... ufff!
Que me hace volver siempre a esta locura? Para mi esperable, para mis hijos... sorprendidos, impactados aunque callados y con la mejor disposición y animo. Son maravillosos...yo me siento mal y preocupada...al fin y al cabo soy mama....Por que siempre las madres tendremos que preocuparnos y hacernos responsables de que los hijos no sufran? Es automatico...aunque tambien pienso , total ya son grandes y ya!
Finalmente nos cambian de hotel, same style, same street, same mirrors, pero al menos tenemos tres camas y como decía la Scarlette O´ Hara: “Mañana será otro día....”

Partimos suave el primer dia. Los dejo dormir, mientras me lavo el pelo y me baño a la usanza india, o sea sentada en un piso plástico, con un balde, un jarro y dejandome caer el agua... me divierte! Ademas, que se creen, tenemos agua caliente, que maravilla!
Salimos no se si tranquilos, pero al menos bien dispuestos a “conquistar” la ciudad. Rama, el agente y dueño de los "super" hoteles, nos guía y propone un taxi para recorrer las principales cosas que hay que ver. Me parece bien partir algo protegidos despues del shock..
Así vamos conociendo y yo re-conociendo esta ciudad caótica y dispersa, llena de gente, de vida, de ruido, de movimiento y de un smog peor que Santiago. Sin embargo los lugares que visitamos son bellos y curiosamente más calmos. El templo hindú, la mezquita en la Old Delhi, los jardines y tumba de Gandhi, el pequeño museo con su historia y sus recuerdos, simple y bello como el mismo; tumbas de antiguos emperadores, puertas de la ciudad... Empieza a aparecer la belleza y el refinamiento del arte y la arquitectura india de distintas épocas de esplendor.








Terminamos e recorrido visitando el gran Templo Bahai, uno de los 7 en el mundo। Recuerdo a Angelica, mi querida tia italiana, seguidora de esta fe Como gozaria de venir aquí, porque el templo es precioso... Tambien tenemos un simpatico encuentro en Bahai। La Paty Aninat con sus dos hijas, viajando por India igual que nosotros... Seguramente nos volveremos a encontrar...

Los hijos miran todo fascinados, encantados. Comentamos, son inteligentes, lucidos, entretenidos, su sentdo del humor aliviana cualquier situacion dificil, y nos reimos tambien mucho...


El 2° y 3er dia hasta el barrio del hotel ya nos parece familiar , los puestos de comida, el almacen, los amigos del internet, los charcos de agua de colores dudosos y los perros, si! Los perros son parte importante del paisaje callejero। Hasta la mugre puede hacerse aceptable por la ternura y bondad de la gente que uno encuentra a cada paso.

Eso es India, odiable y querible a la vez. Terrible al primer encuentro, emocionante y confiable luego, al mirar a través de los ojos de la gente...
Ya han pasado los primeros dias। Bien vale una celebracion! Asi que nos vamos al Imperial, el gran hotel , donde alguna vez tuve la suerte de alojar con mis amigas y que parece que uno se trasladara a la epoca colonial inglesa. Hoy nos sentimos invitados por Lord Mountbatten.
Sentados en un comedor maravilloso, mirando un jardin con palmeras enormes y servidos por mozos vestidos de gala, comemos como maharajas, y brindamos ¡ Nos merecemos un lujo para celebrar y suavizar nuestro inicio de viaje tan accidentado.
El miedo se ha disipado. Ya estamos más relajados, gracias a Dios y por supuesto a la Paula y Matias que son abiertos, sensibles y generosos! De verdad son lo mejor!

Ya estamos listos para entrar en esta India profunda y misteriosa!