Ubeda la grande; hermana o madre de Baeza... magnífica, fina, enclavada más alta. Otra belleza renacentista con sus calles, pórticos, iglesias y claustros. Pura armonía. El cielo y las nubes también se abren para hacerla brillar. Los campos de olivos la enmarcan también.
No es tan íntima como Baeza, pero es puramente bella, noble, con sus palacios y sus "víctores" escritos en las paredes de la universidad por los graduados al terminar sus estudios... Formas antiguas y refinadas de graffitti.
Comemos y brindamos por la vida en este lugar que integra ricamente los frutos de la tierra y el intelecto. Y hay que seguir... hay más que encontrarnos.
También es tierra de santos. Ahí estuvo, vivió y murió Sn Juan de la Cruz entre sus innumerables viajes y caminos...
Me encanta que los místicos sean peregrinos. Los siento mis compañeros. No por lo de místicos, sino por lo de viajeros. Y sí , es el arquetípico "viaje del héroe" que seguimos haciendo todos en esta vida, o no?
Me conecto con ese santo maravilloso que conozco apenas, pero que sí me ha hecho entender la profundidad de "la noche oscura del alma". Están sus escritos, sus poesías, sus cánticos.
Un bálsamo para el alma, regalo de un hombre que estando pleno en el mundo, vivió y experimentó a Dios.
"Buscando mis amores,
iré por esos montes y riberas
ni cogeré las flores
ni temeré las fieras
y pasaré los fuertes y fronteras" (del Cántico espiritual)
Y ya es de noche, pero no está "oscura".
Volvemos a nuestro refugio en Baeza. El Arcángel San Miguel nos espera... para recibirnos y seguir mañana nuestro camino...
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